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El Decrecimiento y la falacia de la vuelta a las cavernas

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Hoy vamos a hablar sobre lo que la ciencia nos dice que es el único camino posible para que la humanidad camine hacia un futuro sostenible: el decrecimiento.
Si lo pensáis, es bastante evidente que no es posible un crecimiento infinito en un planeta con recursos finitos, y sin embargo nuestro modo de vida parece indicar lo contrario y el sistema económico en el que estamos inmersos es totalmente contrapuesto a lo que el sentido común nos indica. Simplemente no podemos consumir más agua de la que hay en esa esfera que se ve desde el espacio, ni podemos respirar más aire que el de la fina capa que la recubre, ni podemos cultivar los alimentos en ningún otro lugar…

La buena noticia es que la ciencia confirma que podemos vivir con la misma calidad de vida (incluso más) sin sobreexplotar los recursos con un simple gesto: eliminar el despilfarro y dejar de comportarnos como si el Medioambiente fuera inagotable. Y en eso consiste el decrecimiento, en ser sensatos y consumir (usar) sólo lo necesario, en desvincular nuestra presunta felicidad de consumir muchas cosas y asociar esa felicidad a las cosas que de verdad nos hacen falta y nos hacen felices.

Un buen ejemplo del despilfarro al que estamos acostumbrados y que es muy indicativo del gran margen de mejora que tenemos sin renunciar a casi nada podría ser el desperdicio alimentario: A nivel mundial, 1/3 de los alimentos que se producen (¡¡1/3!!) acaban en la basura. El impacto medioambiental de la producción de esa cantidad de alimento es enorme: se usa y contamina muchísima agua, se emite CO2, se agota la fertilidad del suelo… Decrecimiento es invertir en reducir este desperdicio y que nos alimentemos todos igual o mejor que ahora pero usando 1/3 menos de los recursos necesarios.

Otros ejemplos muy parecidos los podemos encontrar en el consumo de energía o en el de ropa, con unos porcentajes de desperdicio similares a los de los alimentos.

Ahora bien, cuando se habla en cualquier foro de que el decrecimiento es necesario siempre aparece alguien que defiende vehementemente que «los ecologistas estáis en contra del progreso y lo que queréis es que volvamos a la época de las cavernas«. Y tiene mucha aceptación porque esta es una idea simple, muy visual y nos reafirma en nuestra comodidad/inconsciencia actual. Además, no es problema que este razonamiento no resista ni 5 segundos de pensamiento crítico porque lo de razonar críticamente está en peligro de extinción. Es curioso, porque lo que sí que nos va a llevar de vuelta a las cavernas es seguir por este camino que sólo conduce a temperaturas insoportables, hambre, sed, guerras, extinciones masivas… a 48ºC y sin agua ni comida, no hay economía, ni cultura, ni política, ni ninguna de esas cosas que asociamos al progreso.

Por eso, cuando en una conversación salga el tema del decrecimiento con alguna persona recalcitrante, os invito a que le pongáis unos cuantos ejemplos de pequeños gestos cotidianos que son decrecimiento:

No conducir a 140 km/h no es volver a las cavernas

Usar jabón sólido en la ducha, que ahorra envases de plástico con “gel” (jabón con agua) que sólo sirven para transportar agua de colores no es volver a las cavernas

Comer sin carne uno o dos días a la semana (las lentejas o los garbanzos de tu madre de toda la vida) no es volver a las cavernas

Disfrutar de las verduras y frutas de temporada y de cercanía no es volver a las cavernas

Seguir usando el iPhone X a pesar de que existe el iPhone X+1 (ó +2, ó +3…) no es volver a las cavernas

No comprar la camisa 25 cuando ya tienes 24 en el armario o volver a ponerte en Nochevieja el mismo vestido que hace 4 años no es volver a las cavernas

Apagar el portátil cuando te vas a tomar una cerveza y vas a tardar 2 horas en regresar no es volver a las cavernas

Y así podríamos seguir durante horas, proponiendo pequeños gestos que son decrecimiento…

Si una vez expuestos estos ejemplos veis que vuestro interlocutor sigue pensando que los ecologistas somos unos utópicos o algo peor, no merece la pena perder el tiempo alargando la discusión. Es mucho más rentable dedicar ese tiempo a tratar de convencer a otra persona más sensible.

Para terminar os voy a hacer 2 recomendaciones muy interesantes sobre el tema del decrecimiento:

– En primer lugar el magnífico libro de Jason Hickel «Menos es más». Una lectura altamente recomendable.

En segundo lugar, os recomiendo que veáis esta extraordinaria entrevista a Antonio Turiel, un científico del CSIC experto en energía y una de las voces más autorizadas a favor del decrecimiento. Merece la pena cada minuto.
 
 
Un fuerte abrazo y hasta pronto
 
Pablo

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