En 1962 Rachel Carson publicó el libro «Primavera silenciosa», que advertía de los efectos negativos de los pesticidas sobre el medio ambiente. Aunque no tuvo mucha aceptación al principio, actualmente se considera que es uno de los 25 libros científicos más influyentes de todos los tiempos, según la revista Discover Magazine.
Ayer, 60 años después de la publicación del libro, mientras recorríamos unos campos cercanos a Alcaraz (Albacete), observamos unos cultivos que parecían una auténtica maravilla paisajística por su abundancia de flores. Sin embargo, había algo que «no cuadraba»:
No se observó ni una sola abeja 🐝
No vimos ni una mariposa revolotear por allí 🦋
No había ni un único escarabajo sobre las margaritas alimentándose de su polen 🪲🌼
Ni un grillo cantando por el incipiente calor 🦗
Nada.
Solo había un silencio desolador y antinatural 🔇a las 12 del mediodía, en un recorrido de más de un kilómetro.
Los cultivos agrícolas como el que mostramos en la foto tienen una escasa funcionalidad ecosistémica. Son cultivos gestionados de forma muy poco sostenible, que están altamente transformados. La consecuencia más inmediata de este tipo de gestión es la pérdida de biodiversidad y una mayor fragilidad del ecosistema frente a perturbaciones externas, como son las plagas.
Desde Bosques para el Futuro queremos recordar la importancia de la Restauración Ecológica. Necesitamos restaurar ecosistemas degradados y crear islas de biodiversidad.
No solo para que sea «bonito», sino para que sea funcional y nos proteja frente al cambio climático y el avance del desierto.
Si protegemos nuestros ecosistemas mediterráneos, ellos nos protegerán a nosotros 🤗🌳🌍🥰
Por muchas primaveras bulliciosas 🌼🌱🐞🔊🎵